jueves, 24 de enero de 2008

Un tiro largo

Es muy probable que todos vosotros hayais usado o, al menos, oído, expresiones como “¡a ver si te pones de una vez de tiros largos!” o “aquel es de tiros largos”. Curiosamente, ambas locuciones no significan, ni mucho menos, lo mismo… “ponerse de tiros largos” hace referencia al esfuerzo de alguien por ofrecer la misma imagen de sí mismo y deriva, atención, de un tipo de arma de artillería llamada tiro largo. En los siglos XV y XVI este cañón dominaba el campo de batalla (y también los mares) gracias a su longitud más que a su calibre y, sobre todo, a la mejora en su proceso de fundición. Mantener el arma de artillería era extremadamente gravoso – solo el parque de artillería consumía la mitad del presupuesto de Francia en 1563 – y, ante la visita de un embajador o visitante extranjero, los monarcas solían tirar la casa por la ventana para parecer mejores y más poderosos de lo que en realidad eran ¿solución?... preparar una recepción en el patio del palacio, juntando la mayor cantidad de tiros largos posibles… de ahí lo de “ponerse de tiros largos”.

"Ser de tiros largos" deriva, sin embargo, de otra curiosa y algo altanera costumbre. Antiguamente, en España, cada cual podía colocar en su coche o calesa la cantidad de caballos que quisiera pero solamente el Rey y ciertos dignatarios de la corte tenía derecho a colocar el tiro delantero a una mayor distancia que el trasero. Con el tiempo, y para distinguirse, las distancias se exageraron por medio de correas y atavíos increiblemente largos, rematados en seda y predería varia… desatándose una verdadera guerra por ver, entiendasemé, quien lo tenía más largo. Al parecer, se llegó a un momento en que los caballos de delante llegaban a su destino un miércoles y, los de atrás, el jueves, y a partir de ahí se usó la expresión para designar a aquellas gentes con un punto de snobismo, altanería o displicencia.

Saludos.

1 comentario:

Marian dijo...

Que curioso, cuantas expresiones tenemos de uso habitual y que no sabemos que idea original fue la causante.
Con respecto a los romanos del post de arriba, a mi me parecen muy sabios para su tiempo, muchas de las cosas que permanecen en nuestro tiempo, las construyeron ellos, la conducción de agua que vemos en algunas excavaciones son buen ejemplo de su inteligencia, y tantas cosas más...

Gracias por tu comentario en mi blog.
Saludos